Pamukkale: Más Allá de las Terrazas Blancas
A veintidós kilómetros de la ciudad de Denizli, enclavada en el corazón del oeste de Turquía, se encuentra la encantadora ciudad de Pamukkale. Aunque su nombre pueda evocar instantáneamente imágenes de las famosas terrazas de calcio blanco y fuentes termales humeantes, Pamukkale ofrece un tesoro de maravillas naturales ocultas y sitios históricos esperando a ser explorados.
Pamukkale es un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO con sus cascadas de calcio blanco y aguas termales. Pamukkale significa «castillo de algodón» en turco. Se creía que las aguas termales tenían poderes curativos, por lo que se convirtió en un centro de culto pagano en la antigüedad. Las terrazas se formaron debido al flujo del agua. Hay 17 fuentes termales en esta área con una temperatura que varía de 35 °C a 100 °C. El agua que proviene de la fuente se transporta 320 metros hasta la cima de las terrazas. Después de eso, cuando el agua pierde su dióxido de carbono, deja depósitos de caliza y da forma a las terrazas blancas. Según los científicos, las terrazas comenzaron a formarse hace miles de años.
La leyenda cuenta que había una joven, soltera y fea. Un día decidió suicidarse y se arrojó por las terrazas. Cayó en una piscina natural, pero no murió. En cambio, se convirtió en una chica muy hermosa y llamó la atención de un señor local. Se casaron y vivieron felices para siempre. El área se convirtió en un centro de curación y balneario muy popular. La antigua ciudad de Hierápolis se construyó justo encima de las terrazas.
La belleza muy bien protegida de Pamukkale brilla de manera impresionante hoy en día. Después de visitar las terrazas, puedes sumergirte en las aguas termales cercanas que están decoradas con pilares de mármol.
Hierápolis: Una Ciudad Sagrada con una Historia Rica
Hierápolis, que significa «ciudad sagrada» en griego, fue fundada en el siglo II a.C. por Eumenes II, rey de Pérgamo, como un centro termal. Se encuentra en el suroeste de Turquía, justo encima de las aguas termales de Pamukkale. Hierápolis fue una vez una ciudad próspera, y sus ruinas son un testimonio de su antigua gloria.
Uno de los restos más importantes de Hierápolis es la Necrópolis, un vasto cementerio ubicado más allá de las murallas de la ciudad. La Necrópolis contiene una variedad de tumbas, desde simples sarcófagos de travertino hasta túmulos elaborados que pertenecían a familias adineradas. Las tumbas más antiguas datan de los siglos I y II a.C.
Otro sitio importante en Hierápolis es el Templo de Apolo. Este templo estaba dedicado a Apolo Lairbenos, el dios principal de Hierápolis. El templo se construyó sobre una falla activa, al igual que otros templos dedicados a Apolo en todo el mundo antiguo. Esto sugiere que Apolo estaba asociado tanto con la curación como con la destrucción.
Hierápolis también fue un importante centro de producción textil, especialmente de productos de lana y tinte púrpura hecho con raíz de rubia. La ciudad también fue hogar de varios filósofos famosos, incluidos Epicteto y Antípatro.
En el siglo V d.C., Hierápolis se convirtió en una ciudad cristiana. Se construyeron varias iglesias durante este tiempo, incluido el Martyrium del Apóstol Felipe. Esta iglesia se construyó en el lugar donde se cree que San Felipe, uno de los doce discípulos de Jesús, fue martirizado.
Hierápolis comenzó a declinar en el siglo VII d.C. debido a terremotos e invasiones persas. La ciudad fue finalmente abandonada en el siglo
XIV. Hoy en día, Hierápolis es un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO y uno de los destinos turísticos más populares de Turquía.
Otros restos importantes de Hierápolis incluyen:
– Baños Romanos del Sur: Estos baños datan del siglo II a.C. y ahora albergan el Museo de Hierápolis.
– Baños Romanos del Norte: Estos baños estaban ubicados fuera de las murallas de la ciudad y fueron utilizados tanto por romanos como por bizantinos.
– Fábrica de Aceite: Esta antigua fábrica se usaba para prensar aceitunas y producir aceite.
– Nymphaeum: Esta fuente monumental proporcionaba agua a las casas de la ciudad y también era un santuario a las ninfas.
– Teatro Romano: Este teatro bien conservado podía albergar hasta 15,000 personas.
– Piscina Antigua: Esta piscina estaba llena de agua termal y formaba parte del centro de curación en Pamukkale.
– Martyrium de San Felipe: Esta iglesia se construyó en el lugar donde se cree que San Felipe fue martirizado.
Otras atracciones en la zona incluyen:
– Karahayit: Este complejo termal está ubicado a 3 km de Pamukkale y es conocido por sus aguas de colores rojo, verde y marrón.
– Cueva de Kaklik: Esta cueva está ubicada cerca de la ciudad de Honaz y es conocida por sus formaciones de piedra caliza y aguas termales calientes.
– Laodicea: Esta antigua ciudad es una de las Siete Iglesias del Apocalipsis y está ubicada en una colina entre los ríos Asopus y Caprus.
– Afrodisias: Esta antigua ciudad es uno de los sitios antiguos mejor conservados en Turquía y lleva el nombre de Afrodita, la diosa del amor.
Hoy en día, Pamukkale es más que un simple hito histórico. Ha florecido en un vibrante destino turístico, que atiende a las necesidades de cada viajero. Desde albergues económicos hasta lujosos hoteles de cinco estrellas, una gran cantidad de opciones de alojamiento te espera. Para los entusiastas culinarios, una variedad de restaurantes que sirven delicias locales e internacionales estimulan el paladar. Las tiendas rebosantes de recuerdos ofrecen trinkets y textiles únicos, mientras que el bullicioso mercado del miércoles se desborda con productos frescos cultivados localmente.
Ya sea que busques relajarte en las aguas tranquilas, vivir una aventura a través del tiempo en ruinas antiguas o simplemente disfrutar de explorar una ciudad encantadora, Pamukkale ofrece una experiencia inolvidable. Así que, haz tus maletas, abraza el espíritu de descubrimiento y emprende un viaje más allá de las terrazas blancas; Pamukkale te espera.